Detalló que de las 1,200 nuevas consultas anuales que recibe dicha unidad, el 30% corresponde a problemas de talla baja, y de éstas sólo el 1% se debe a problemas hormonales. “Las diferencias en el crecimiento infantil hasta los dos años dependen más de la nutrición, las prácticas de alimentación, el medio ambiente y la atención sanitaria, que de los factores genéticos”, dijo.
Además, explicó que los problemas de crecimiento también se deben a enfermedades crónicas como la tuberculosis, problemas renales, asma crónica y cardiopatía congénita, así como a problemas endocrinos como el hipotiroidismo congénito o adquirido y distintas entidades que pueden determinar un déficit de hormona de crecimiento.
Sin embargo, la especialista explicó que la talla baja se debe también a variantes normales, es decir a padres con baja estatura.
CaracterísticasLas personas con déficit de hormonas de crecimiento presentan características especiales como la talla baja en extremo, muy por debajo de la talla promedio, tendencia a la obesidad central (en la parte del abdomen), voz infantil, cara con rasgos faciales menores a su verdadera edad.
“Otra de las características que pueden presentar es la presencia de un incisivo central o bien episodios de baja de la glucosa (hipoglucemia), especialmente durante los primeros meses de vida”, dijo.
Recomendaciones
María Isabel Rojas recomendó poner énfasis en la nutrición de los niños, sobre todo en los primeros años. La expecialista recordó la importancia de la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de edad. Indicó que se debe asegurar el aporte adecuado de nutrientes al niño pues es un factor decisivo para conseguir un estado de salud adecuado y un desarrollo en peso y estatura óptimo. “Los lácteos, carnes y huevos, así como frutas y verduras sin dejar de lado las harinas y cereales son básicos en su alimentación” dijo.