Según el especialista, a esta edad los pequeños de casa son inquietos a la vez indefensos, por lo que es necesario que el padre o madre de familia estén vigilantes del menor. Wiegering, señaló que las secuelas que sufren las víctimas de quemaduras son terribles y muchas veces tienen que acudir a rehabilitación de por vida.
“El efecto sicológico es devastador pues muchos de ellos quedan desfigurados cuando recién inician su vida y reincorporarse a la sociedad les es difícil”, dijo. Por ello, el especialista pidió a las madres y padres de familia que tengan el mayor cuidado posible con sus hijos.Recordó que los accidentes de este tipo son causados en su mayoría por velas que han sido dejadas encendidas cerca de materiales inflamables; así como por ollas con agua hirviendo. Por ello, exhortó a los padres a no dejar estas cosas al alcance de los niños y sin supervisión de un adulto. Estos accidentes se pueden prevenir.